Cristina y el Capitalismo Nacional.
J.Ber Gelbard
Tanto en el libro, como en el “speech” desarrollado, se
pueden ver claras señales de lo que será el perfil del nuevo discurso oficial
en materia económica y social, en el caso que ganen las elecciones.
El formato del
discurso es supuestamente innovador, e integrador de los distintos componentes
de la sociedad, evitando el conflicto intrasocial. Una idealización del modo de
organización de la Edad Media, en el que representantes de los tres grandes
grupos sociales -la clase
política, el gremialismo
y el empresariado
nacional- son el eje de un nuevo pacto "refundacional".
La expresidenta se refirió a la necesidad de "un contrato social que involucre a todos: empresarios, dirigentes sindicales, un ciudadano que es operario, cooperativistas, una persona que tenga un plan de trabajo", al estilo de los que en la década del 70 desarrolló el ministro de Economía de Perón en 1973, José Ber Gelbard, orientado a promover un "capitalismo nacional".
El contrato –al que se refiere Cristina Fernández de
Kirchner- no es entre personas que ponen límites al Estado, sino que es un contrato entre grupos.
O, mejor dicho, un acuerdo de grupos al estilo medioevo, muy lejano al contrato
social que inspiró el pensamiento del capitalismo moderno, superador de la Edad
Media.
Este tipo de contrato es en realidad un “contrato elitista” que comprende las tres patas que ellos consideran fundamentales para el manejo y control de la economía basada en el mercado interno (Gobierno, sindicatos, empresarios).
Este tipo de contrato es en realidad un “contrato elitista” que comprende las tres patas que ellos consideran fundamentales para el manejo y control de la economía basada en el mercado interno (Gobierno, sindicatos, empresarios).
Perón lo aplicó en los años 1945/50; fue eficaz durante un
corto tiempo, el tiempo que duraron las reservas del país.
En 1973/74 (crisis del petróleo) pasó
exactamente lo mismo; el plan de J. Ber Gelbard consumió 2/3 de las reservas,
corrompió la moneda y desató inflación creciente.
¿Esto es lo que CFK pretende hacer, repetir una nefasta experiencia? ¿Su visión se centra en el manejo férreo y centralizado de la economía? ¿No piensa en la severa corrupción, desabastecimiento y mercado negro secundarios a los controles?
¿Esto es lo que CFK pretende hacer, repetir una nefasta experiencia? ¿Su visión se centra en el manejo férreo y centralizado de la economía? ¿No piensa en la severa corrupción, desabastecimiento y mercado negro secundarios a los controles?
Cristina Kirchner pretendió mostrar un perfil público
renovado, con una visión carente de enfrentamiento de clases, de ricos versus
pobres o generadores de empleo versus empleados.
Tampoco en esto fue original, su definición de esta visión de Estado se inspiró en Mussolini (no en Marx). Ni más ni menos que la visión originaria que Perón trajo de Italia y que dio a luz a este fascismo vernáculo llamado peronismo.
Tampoco en esto fue original, su definición de esta visión de Estado se inspiró en Mussolini (no en Marx). Ni más ni menos que la visión originaria que Perón trajo de Italia y que dio a luz a este fascismo vernáculo llamado peronismo.
José Ber
Gelbard, el empresario del que habló CFK, era conocido como “el burgués maldito”, fue
una figura clave en el peronismo como articulador de un programa económico que buscaba armonizar el interés
nacional entre el capital y el trabajo.
A pesar de que jamás se reconoció peronista, sino miembro del
Partido Comunista, Perón encontró en Gelbard al gremialista empresario que
podía ayudar a conformar su modelo corporativo basado en una “comunidad
organizada” bajo acuerdos entre el Estado, los empresarios y los trabajadores.
JBG aseveraba que la “receta basada en el ajuste del
cinturón”, era “inmoral,
injusta, y por si ello fuera poco, totalmente ineficaz” ya que “en nuestra concepción del
proceso, no solo es justo
mejorar el ingreso real de los trabajadores, sino que constituye un requisito
para crear un gran mercado interno que sirva de expansión a las fábricas
nacionales”.
El plan económico JBG constaba de fuertes regulaciones por
parte del Estado, principalmente a través de veinte leyes que tenían como
objetivo aumentar salarios,
jubilaciones y otros beneficios sociales, promover la empresa nacional a través
de la ampliación del consumo interno, limitar la competencia extranjera y
otorgar una mayor disponibilidad de crédito público y privado.
Todo ello, regulado por un Pacto Social entre empresarios y sindicatos, que posibilitaba un aumento y posterior congelamiento de los salarios, así como un congelamiento de los precios. Las divisas necesarias para este recambio económico provendrían de la apertura de nuevos canales comerciales con el exterior, en las que los contactos de Gelbard con los países del bloque comunista resultarían claves, así como de una reforma agraria que obligaría a los terratenientes a incrementar su producción y otorgar parte de su rentabilidad en el Estado.
Todo ello, regulado por un Pacto Social entre empresarios y sindicatos, que posibilitaba un aumento y posterior congelamiento de los salarios, así como un congelamiento de los precios. Las divisas necesarias para este recambio económico provendrían de la apertura de nuevos canales comerciales con el exterior, en las que los contactos de Gelbard con los países del bloque comunista resultarían claves, así como de una reforma agraria que obligaría a los terratenientes a incrementar su producción y otorgar parte de su rentabilidad en el Estado.
De hecho, Gelbard no ocultaba que se iría “reduciendo la importancia relativa del
sector agropecuario, lo que cambiará las fuentes tradicionales de poder en el
país”,
e incluso sostenía en relación con la oligarquía diversificada que “no queremos que Argentina sea una colonia rica, ni que estas mejoras lleguen siempre a un grupo selecto, generalmente parasitario de la población”.
e incluso sostenía en relación con la oligarquía diversificada que “no queremos que Argentina sea una colonia rica, ni que estas mejoras lleguen siempre a un grupo selecto, generalmente parasitario de la población”.
JBG intentaba transmitir el carácter épico del Plan, al
señalar que “mucho más fácil hubiera sido elaborar una política para mantener
intacta la estructura de dependencia económico social; sin embargo, desarrollamos los medios que nos
permitan liberarnos cuanto antes de los nefastos poderes del colonialismo
económico, ideológico y cultural.”
Con la muerte de J.D.Perón desapareció su principal sostén
político y renunció en Octubre de 1974, dejando al país sumido en la extrema
violencia y el caos económico y social.
La economía argentina hasta 1975, a pesar de sus vaivenes
políticos, llevaba 11 años de crecimiento continuo. Sin embargo, no pudo
ser ajena a la crisis del petróleo de 1973. Ese año (el 25 de mayo de 1973) el
peronismo volvió al poder con la elección del presidente Héctor Cámpora
(1909-1980), que tenía en su gobierno un sector simpatizante del peronismo de
izquierda.
En el período 1973-1974, la participación del salario en
relación al PBI aumentó un 20 %. El objetivo de Gelbard era llegar a 1977
con un salario que representara el 50 % del PBI (el famoso «fifty-fifty»
que había logrado Perón en los últimos años de su Gobierno (entre 1946 y 1955).
En ese momento, los aumentos de precios eran autorizados solo si se comprobaban
mayores costos.
Pero el contexto internacional estaba cada vez más
complicado. La crisis del petróleo golpeaba a todo el mundo y la primera
reacción de Europa, fue un mayor proteccionismo comercial, lo que redujo tanto
en precios como en cantidad, gran parte de las exportaciones argentinas. Por
otra parte, el aumento del costo del petróleo también impactó directamente en
la Argentina, un país importador neto de este fundamental producto.
El tipo de cambio artificialmente bajo y un altísimo déficit
fiscal (el 14 % del PBI), explica por qué a fines de 1974, Argentina había
perdido casi 2/3 de sus reservas internacionales. El control de precios era
cada vez más difícil de sostener, cada vez había un mayor desabastecimiento y
el mercado negro aumentaba. Al mismo tiempo, la emisión monetaria se estaba
descontrolando.
No debemos olvidar que el único gran productor en el país
era el sector agropecuario que estaba sufriendo el fuerte incremento de la
presión fiscal sobre su producto y el temor a una reforma agraria que afectaría
su patrimonio; en consecuencia, se inicia la emigración de los capitales hacia
plazas más seguras, reduciendo notablemente el crédito y la producción.
Dos cortos videos reflejan la realidad económica:
¿Es un sistema sustentable o es uno que consume todas las reservas de la Nación?
De este marasmo
económico se puede salir con una serie de medidas que tienen impacto directo
sobre la población:
- Buscar el equilibrio fiscal, no gastar más de lo que ingresa.
- Moneda sana.
- Mejorar el comercio exterior haciéndolo superavitario.
- Calmar las tensiones que generan los grupos de poder (sindicatos)
- Incentivar la exportación de bienes, en lo posible con valor agregado.
- Seguridad jurídica de los productores, con reducción de aranceles que actúen como estímulo.
- Desarrollo industrial con redistribución geográfica según las materias primas.
- Acuerdo confiable entre todas las fuerzas políticas
Devaluación del peso en relación
al dólar en el mercado oficial, pasando de una tasa de 10 pesos por dólar
a otra de 26 pesos por dólar.
Alza promedio de un 100 % de
todos los servicios públicos y transporte.
Alza de hasta un 180 % de
los combustibles.
Como contraparte, aumenta un
80 % los salarios.
Estas medidas dispararon la inflación, licuando gran parte
de las deudas de las empresas (que estaban en pesos), y disminuyendo
enormemente el poder adquisitivo de los trabajadores. Ante semejante situación,
la CGT intentó negociar con el gobierno un mayor aumento de salarios, que,
gracias al desborde y fuerte movilización de los trabajadores, generaron el
primer paro contra un gobierno peronista y finalmente se acordó un aumento en
promedio del 180 % en los salarios, pero que en gran parte fue licuado por
la inflación.
Conclusión
CFK presentó su libro ante una masa que la aclamaba y
endiosaba.
No interesa juzgar sus cualidades como autora, quiero juzgarla como persona. Simplemente me impacta su reconocimiento de J. Ber Gelbard como un economista que iluminó la economía argentina bajo el gobierno de Perón y, ahora, del Kirchnerismo.
No interesa juzgar sus cualidades como autora, quiero juzgarla como persona. Simplemente me impacta su reconocimiento de J. Ber Gelbard como un economista que iluminó la economía argentina bajo el gobierno de Perón y, ahora, del Kirchnerismo.
¿Cómo puede resaltar la personalidad de aquél que inició la
serie de crisis económicas nacionales?
¿Quién se benefició?
Quizás ella se ha beneficiado tanto económicamente como en la acumulación de poder, pero temo que su objetivo final sea el ideológico.
Ojalá el resto de los políticos asuman cabalmente sus responsabilidades y busquen formas de consenso que nos alejen de la resolución de conflictos a través de las masas.
https://www.bbva.com/es/keynes-para-dummies-de-que-se-habla-cuando-se-habla-del-modelo-keynesiano/
https://www.infobae.com/opinion/2018/07/06/la-reivindicacion-del-rodrigazo/
https://es.wikipedia.org/wiki/Rodrigazo
https://es.wikipedia.org/wiki/Rodrigazo
https://www.diariojornada.com.ar/235235/economia/quien_fue_jose_ber_gelbard_el_empresario_del_que_hablo_cfk/
https://www.infobae.com/economia/2019/05/10/sinceramente-ya-vimos-la-pelicula-de-ber-gelbard-volver-al-pasado/
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