¿Qué es el Triage?
La presencia simultánea de un número indeterminado de
lesionados en demanda de asistencia médica urgente plantea grandes dificultades
organizativas para adecuar la oferta a la demanda. Ello obliga a la búsqueda de
todas las soluciones posibles en beneficio de la mayoría. La clasificación
según criterios de gravedad es la mejor opción posible en estas circunstancias.
«Triage» es un término de origen francés, actualmente aceptado por toda la comunidad médica mundial y que significa clasificación de pacientes según su estado de salud.El primero en utilizar este término fue el barón Dominique-Jean Larrey (1766-1842), médico cirujano militar, jefe de los servicios sanitarios del ejército de Napoleón, que comenzó a utilizarlo como un sistema de clasificación para tratar a los heridos en el campo de batalla. Es imprescindible que se entienda muy bien el concepto fundamental:
«Triage» es el método de selección y clasificación de pacientes basado en sus necesidades terapéuticas y los recursos disponibles para su atención.
Es la técnica más adecuada para administrar servicios de salud en situaciones en que la demanda supera la capacidad asistencial.
Genéricamente consiste en un conjunto de procedimientos sencillos, rápidos y repetitivos, efectuados sobre cada una de las víctimas que en ese momento demandan asistencia y que orientan sobre sus posibilidades de supervivencia como consecuencia del proceso que le afecta. El triage es una toma de decisión grave, basada en una información incompleta, ejecutado en medio hostil y dramático, bajo presión emocional, ante un número indeterminado de lesionados de carácter pluripatológicos y con medios limitados. Es una toma de decisión porque debemos elegir entre diferentes cadenas asistenciales, relacionadas con el transporte, la atención continuada y la selección del centro médico de referencia.
El hospital es en nuestros
tiempos el referente final de los criterios
de clasificación y en sus servicios de urgencia se establece un modelo que
facilita el que aquellas víctimas más comprometidas tendrán un acceso más
rápido a los medios asistenciales a expensas de los menos comprometidos.
Este sistema fue ideado en situación de guerra, donde los
pacientes eran del mismo sexo, grupo etario, el mismo tipo de heridas por lo
que la demanda cuantitativa era muy elevada pero la cualitativa era restringida
(altamente improbable que tuvieran que atender partos o laringitis, por ej.).
En la vida citadina la demanda cualitativa es mucho mas variada y no puede ser resuelta por un sistema inelástico. Habitualmente los hospitales brindan un abanico de posibilidades asistenciales que transforman el Triage en un sistema estructurado y combinado con objetivos asistenciales bien definidos y no intercambiables.
Pero la clave del sistema «Triage» en la
actividad hospitalaria en sitios medio aislados como en la Costa, radica en los
medios de accesibilidad al sistema y la velocidad de derivación de casos muy complejos a
centros vecinos.
Eso significa servicio de ambulancias efectivo en los distintos pueblos de La Costa y transporte aéreo (helicóptero) para casos de suma complejidad y urgencia.
La dispersión de los pacientes entre diferentes hospitales de una misma región, según criterios asistenciales y capacidades del centro receptor, es de una enorme rentabilidad lo que ha hecho que aún en nuestros días la clasificación versus triage goce de plena vigencia y sus aplicaciones abarquen espacios tan diferentes como zonas de conflicto, grandes catástrofes, la atención a múltiples víctimas o al ingreso del hospital.Eso significa servicio de ambulancias efectivo en los distintos pueblos de La Costa y transporte aéreo (helicóptero) para casos de suma complejidad y urgencia.
En los países desarrollados y especialmente en sus áreas
metropolitanas la clasificación está muy asociada al transporte con
criterios de dispersión por patologías específicas (centros de trauma, centros
de quemados, neurocirugía, cirugía torácica, hospitales infantiles, etc.). Con
ello se consigue no colapsar los grandes centros hospitalarios y que hospitales
y clínicas de un nivel más bajo participen activamente en la atención general.
El sistema propuesto exige diferenciar
entre criterios de gravedad y prioridad asistencial, y la
asistencia estará condicionada a los recursos disponibles ya que no se deben
distraer medios limitados en pacientes con escasa posibilidad de sobrevida y
que podrían beneficiar mucho a una población menos grave.
El sistema se caracteriza por el flujo anterógrado de las víctimas, en una sola dirección, no tolera retroceder a pasos previos; por doloroso que sea, paciente clasificado no accederá a una reclasificación (cosa juzgada).
La esencia del sistema «Triage» radica en la mejor administración de los recursos especialmente en eventos críticos con múltiples víctimas, brinda un ordenamiento de la demanda, pero no resuelve el problema asistencial que depende del personal médico cuali y cuantitativamente. Si carecemos de neurocirujanos o cirujanos vasculares, esa categoría de demanda no podrá ser resuelta.
El Triage ordena la demanda, pero no reemplaza a los equipos médicos multidisciplinarios.
Interrogante
del que todos sabemos la respuesta, pero que preferimos soslayar.
Actualmente sólo podemos contar con un sistema de
clasificación de pacientes mediocre, limitado a patología urbana habitual,
inadecuada para el manejo de crisis con múltiples víctimas ya que el Triage La Costa fue diseñado para administrar la
demanda asistencial habitual en cualquier hospital zonal.
Recuerden que carecemos de un sistema de ambulancias suficiente para la cobertura de todo el Partido de La Costa, que es insuficiente para trasladar a los pacientes a los hospitales de cabecera, que carecemos de medios de evacuación por vía aérea y que carecemos de especialistas permanentes en muchas especialidades para lo habitual, imagínense en casos de crisis.
Hagamos una composición de lugar:
Un paciente inicia un cuadro doloroso en el pecho compatible con infarto, llega al hospital a las dos horas por mal sistema de ambulancias de urgencia. Se lo revisa, se lo clasifica como paciente en emergencia y se procede a esperar tratamiento adecuado por carencia de hemodinamia o de traslado aéreo a un centro más complejo.
¿Para qué nos sirvió clasificar al paciente según patología y gravedad? Absolutamente para nada.
Recuerden que carecemos de un sistema de ambulancias suficiente para la cobertura de todo el Partido de La Costa, que es insuficiente para trasladar a los pacientes a los hospitales de cabecera, que carecemos de medios de evacuación por vía aérea y que carecemos de especialistas permanentes en muchas especialidades para lo habitual, imagínense en casos de crisis.
Hagamos una composición de lugar:
Un paciente inicia un cuadro doloroso en el pecho compatible con infarto, llega al hospital a las dos horas por mal sistema de ambulancias de urgencia. Se lo revisa, se lo clasifica como paciente en emergencia y se procede a esperar tratamiento adecuado por carencia de hemodinamia o de traslado aéreo a un centro más complejo.
¿Para qué nos sirvió clasificar al paciente según patología y gravedad? Absolutamente para nada.
Lo
que todos tememos quizás algún día lo tendremos que afrontar.
Podremos clasificar pacientes por su gravedad, pero sin médicos seremos incapaces de atenderlos y resolver sus padecimientos.
Merecemos un sistema médico mejor.
Podremos clasificar pacientes por su gravedad, pero sin médicos seremos incapaces de atenderlos y resolver sus padecimientos.
Merecemos un sistema médico mejor.
DEC
somoslacosta.com
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