“EL SILENCIO ES ALIADO DEL VIOLENTO”


El 2018 será recordado como uno de los años más importantes en materia de derechos de las mujeres. No sólo por el histórico debate en el Congreso por la legalización del aborto, sino también por la denuncia por violación de Thelma Fardin contra Juan Darthés, que generó una ola de acusaciones que llegaron hasta el mundillo político. Conocido como el “Me Too” argentino (en referencia al caso del productor hollywoodense Harvey Weinstein), las mujeres impulsaron la tendencia “No nos callamos más”, en la que se visibilizaron innumerables casos de violencia. En este contexto, la presidenta del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la Provincia, Agustina Ayllón, realizó con La Tecla un balance del último año, en el que analizó el contexto actual de la lucha feminista por la igualdad, la visibilización de los abusos y el rol de la mujer en la política.

-¿Cómo ve todo lo que sucedió en el año con respecto al movimiento feminista?
Se dieron avances enormes en materia de derechos de las mujeres. Hubo varios hitos. Uno de ellos fue el debate por el aborto. Me parece que poder escuchar todas las posturas ha sido bastante respetuoso. Fue una de las cuestiones más importantes que pasaron en 2018. Y, por supuesto, que con lo que sucedió al respecto de la denuncia de Thelma, también. Esto ha dado un impulso, sobre todo, a poder hablar en temas de abuso. El tema de violencia se viene trabajando, y hay cada vez mayor cantidad de casos en los que la mujer se anima a hablar. Los casos de abusos, todavía venían bastante más retrasados, en cuanto a no sentirse culpables, o a veces porque sucedieron cuando las mujeres eran chicas. La conferencia fue importante para empezar a hablar de abusos; no sólo sexuales, también de violencia institucional, que han aumentado. Todas estas cuestiones son de avance y siguen abriendo el camino para continuar pensando en políticas; pero sobre todo el no callarse. El silencio es el principal aliado del violento. Así podemos empezar a cambiar las cosas.


-La Gobernadora aseguró que en la política, también, se sufre mucho la violencia machista.
-Hay violencia en todos los ámbitos. Las denuncias que recibimos se dan desde en una escuela o un hospital hasta en un ministerio o municipio. Esto está en todos lados. Por eso es importante ponerle luz.
Cuando la que denuncia o la que puede hablar es una persona que está en los medios de comunicación, que tiene empatía con la gente, por supuesto que los temas toman otro conocimiento; pero lo cierto es que esto sucede en todos los ámbitos. Y por eso es importante que en cada uno de los ámbitos tengamos que trabajar sobre el tema. Hay cosas que no se pueden tolerar más

-Hay una especie de grieta entre quienes están en contra de “escrachar” a los violentos y abusadores, sin denuncia penal. ¿Qué opina al respecto? 
-Espero que nada de lo que tenga que ver con género sea una grieta, estamos todos trabajando juntos. Creo que lo que ha pasado es que había mucho silencio, y me parecen importante las cuestiones de contarlo a través de las redes, pero que si sucedió se haga una denuncia. Es parte de lo que corresponde. Todos estos temas han tenido un proceso en la mujer, es muy importante que se pueda respetar ese proceso. Hay una mayor conciencia social sobre la violencia y hay más ámbitos para escuchar los casos. Pensar que no te van a creer está siempre. Lo más importante es el respeto a la persona, es la única que va a determinar el momento en que quiera contarlo. Es un tema de acompañamiento, más que cuándo se quiera hacer. Las redes despiertan la opinión de un montón de gente, hay que estar preparadas a pasar por una situación en la cual quizás terminás siendo juzgada. Tiene que haber un espacio de contención.


-¿Cuáles son los desafíos para 2019, que recién comienza? 
-Tenemos un plan provincial, que se inició con la Gobernadora en 2015, que tiene que ver con una mayor cantidad de Red de Hogares, en poder extender el tema de las tobilleras, seguir con capacitaciones. La Unión Europea ha elegido a la Provincia para hacer distintos proyectos con principal foco en género; y ahora, con la ley Micaela, abordar políticas con perspectiva de género en organismos públicos, que es fundamental.

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