ALERTA.... Violencia escolar en Pavón. Nuevos testimonios.

La violencia es hoy un elemento del diario vivir en nuestra cotidianidad. Es la manifestación de lo que está sucediendo en todos y cada uno de los estratos sociales, económicos y culturales que hacen parte de la sociedad.


En las instituciones educativas y aulas de clase, la violencia ha sido disimulada, encubierta y callada por años, tanto por educadores y directivos, que hacen parte del sistema educativo; razón por la cual el problema ha ido aumentando silenciosamente hasta la actualidad. 

Son actos donde los docentes someten a una discriminación, dañando su autoestima, ya sea por su inclinación sexual, su género o debilidad, la edad, desarrollo mental o mal desarrollo corporal, su condición social, desarrollo académico o cualquier condición que puede causar limitaciones y que por esto los maestros o profesores lo desprecian.
Testimonio 1

Lo lamentable es que la violencia docente se ha convertido en un componente del vivir diario, en las vidas de los jóvenes, donde estos mismos jóvenes de cualquier clase social son afectados, cosa que a pesar de mucha protección de los padres y representantes sigue ocurriendo y donde las mismas autoridades del plantel callan; esto en los jóvenes causan miedo, angustia e inseguridades y donde muchas veces los compañeros de clases son participantes activos en dichos actos.


La violencia hacia los alumnos, aparte de lesionar, atropellar, desmoralizar y desmotivar el proceso de aprendizaje, también es un fenómeno que se imita y se repite, al punto que, si no se interviene a tiempo, es el germen para futuros agresores.
Testimonio 2
La violencia en las aulas de parte de los docentes está referenciada en la mayoría de los casos en las relaciones de poder; el trato desigual y una actitud diferencial ante los demás compañeros, las agresiones verbales y los regaños. Estas situaciones disminuyen los niveles de participación de los estudiantes por temor a ser ridiculizados y agredidos por sus docentes.

Así, los estudiantes se sienten maltratados por sus docentes.

La escuela refleja el autoritarismo y las tensiones de la sociedad en la cual se encuentra inmersa y al mismo tiempo, se ha negado sistemáticamente a adoptar formas de desarrollo con nuevas dinámicas en el trabajo escolar para erradicar la violencia al interior de las instituciones.

Fortalecer los procesos de aprendizaje en el aula es una tarea compleja cotidiana para el docente, pues, no solo su enseñanza se basa en el desarrollo de competencias cognitivas, sino también de formar a los estudiantes integralmente y aportando elementos críticos que les permitan vivir sanamente en comunidad.




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