Hasta época reciente, las acusaciones de abuso sexual en niños se interpretaban como maliciosas, o más comúnmente, como el producto de la fantasía del niño; la consecuencia fue que la mayoría de los casos de abuso sexual infantil pasaban inadvertidos.
En los últimos años ha aumentado la sensibilización sobre el tema y ha adquirido mayor importancia social, de manera que se ha incrementado la tendencia de denuncias de presuntos abusos sexuales.
El descubrimiento de abusos sexuales por parte de sacerdotes en distintos países (Canadá, Australia, Chile, Argentina, Inglaterra, Italia, España, etc.) han generado indignación en sus pueblos, pero que no reflejan el mismo interés en analizar e investigar aquellos delitos que se producen en su mismo seno.
¿Por qué ocurre ésto?
Muy simple, el sentido común indica que para la sociedad es muy sencillo responsabilizar a una institución o comunidad definida pero no es tan fácil valorar su propia culpa.
Los individuos intentarán ocultar los hechos, negar su existencia reaccionando igual que la Iglesia y sus sacerdotes para el encubrimiento de los responsables que, en definitiva, son ellos mismos.
El problema radica dentro de la misma comunidad; su origen es ancestral y cultural, por éso es tan difícil erradicar.
Algunos estudios metodológicamente rigurosos, han captado la atención de la comunidad profesional, han ayudado a definir el abuso sexual intrafamiliar y extrafamiliar, así como sus efectos a corto, mediano y largo plazo, e incluso, en respuesta a la demanda de la población infantil victimizada han surgido tratados internacionales para validar los derechos de los niños y protegerlos de toda explotación y abuso sexual con la adopción de múltiples medidas que incluyen decisiones, leyes, programas, mecanismos, recursos y promoción de los derechos infantiles para asegurar que los niños puedan crecer en un ambiente de seguridad y dignidad.
Sin embargo, existen víctimas que todavía no reciben el apoyo necesario, ya sea porque no se conocen con exactitud los derechos con que se cuenta o porque no se sabe cómo actuar.
El arma más importante con la que cuenta la comunidad es su conciencia, su decisión de involucrarse para prevenir y tratar esta enfermedad social de profundas raíces culturales.
La pequeña serie de artículos que presento en este blog tiene el objetivo de exponer ante la comunidad la importancia y gravedad del problema y estimular la creación y uso de herramientas de defensa para detectar y prevenir el abuso sexual infantil.
¿Por qué ocurre ésto?
Muy simple, el sentido común indica que para la sociedad es muy sencillo responsabilizar a una institución o comunidad definida pero no es tan fácil valorar su propia culpa.
Los individuos intentarán ocultar los hechos, negar su existencia reaccionando igual que la Iglesia y sus sacerdotes para el encubrimiento de los responsables que, en definitiva, son ellos mismos.
El problema radica dentro de la misma comunidad; su origen es ancestral y cultural, por éso es tan difícil erradicar.
Algunos estudios metodológicamente rigurosos, han captado la atención de la comunidad profesional, han ayudado a definir el abuso sexual intrafamiliar y extrafamiliar, así como sus efectos a corto, mediano y largo plazo, e incluso, en respuesta a la demanda de la población infantil victimizada han surgido tratados internacionales para validar los derechos de los niños y protegerlos de toda explotación y abuso sexual con la adopción de múltiples medidas que incluyen decisiones, leyes, programas, mecanismos, recursos y promoción de los derechos infantiles para asegurar que los niños puedan crecer en un ambiente de seguridad y dignidad.
Sin embargo, existen víctimas que todavía no reciben el apoyo necesario, ya sea porque no se conocen con exactitud los derechos con que se cuenta o porque no se sabe cómo actuar.
El arma más importante con la que cuenta la comunidad es su conciencia, su decisión de involucrarse para prevenir y tratar esta enfermedad social de profundas raíces culturales.
La pequeña serie de artículos que presento en este blog tiene el objetivo de exponer ante la comunidad la importancia y gravedad del problema y estimular la creación y uso de herramientas de defensa para detectar y prevenir el abuso sexual infantil.
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